Cuando estaba en la guardería, la familia de Brian tuvo su primer ordenador personal, un extraño artilugio cuyo sistema gráfico giraba en torno a cambiar las formas de las letras que se podían escribir en la pantalla. Trabajando con minúsculos bloques de píxeles de 8x8, Brian procedió a aprender a hacer fuentes a medida.
Desde entonces, no ha dejado de programar y trastear con fuentes . Actualmente vive en Cleveland, Ohio, donde el cielo naranja de la noche le resulta extrañamente reconfortante.