En su ciudad natal promovió la edición de la revista de arte
Art. Durante la guerra civil española (1936-1939) emigró a Francia. Comienza a trabajar en París para Draeger Frères. Más tarde se convierte en director artístico de
la Fonderie Typographique Française. Para esta fundición diseña Ilerda (1945), Les Catalanes (1952), Flash (1953), París (1953) y Arabescos (1954).
Fue fundador del movimiento "Grafía Latina", defendiendo la necesidad de crear un nuevo sistema de estructuras tipográficas y nuevos grafismos, alfabetos y ornamentos decorativos, que reflejen el genio latino, frente a la rigidez de la tipografía alemana, que encuentra su inspiración en las líneas geométricas. Destacan sus conferencias y artículos de 1950, 1952 y 1954, la exposición de sus creaciones en la Galería d'Orsay de París en 1952. Sus principios recibieron un fuerte apoyo de la École Estienne y de
Maximilien Vox, fundador de la École de Lure.