El ojo de Fré (Frederika) Cohen para el dibujo y el diseño se hizo patente a una edad temprana. Un pequeño anuncio de la empresa para la que trabajaba al final de su adolescencia llamó la atención de un editor, que en 1922 le ofreció un trabajo a tiempo parcial como ilustradora. Tras diseñar algunas portadas de libros, buscó una formación formal en diseño y recibió una beca para estudiar en la escuela de arte de Ámsterdam. Su talento era evidente y su carrera como diseñadora recibió un impulso incluso antes de terminar sus estudios, cuando la ciudad de Ámsterdam la contrató para diseñar los impresos municipales. A partir de 1929 diseñó numerosos carteles, calendarios y otros materiales impresos. Su trabajo se inscribe principalmente en el estilo art déco de la época. También siguió diseñando material para el Arbeiders Jeugd Centrale (movimiento juvenil socialista holandés), del que fue una de las primeras afiliadas. En 1932, la depresión económica le hizo perder su trabajo, pero siguió diseñando diversas publicaciones como autónoma. Tras la invasión de Holanda en 1940, se volvió demasiado peligroso para ella y sus empleadores firmar sus obras con su nombre real, por lo que a veces utilizaba Freco como seudónimo. En 1943 se suicidó al descubrirse su paradero secreto.