Varias generaciones venezolanas habían adquirido conocimientos muy sólidos de diseño, tipografía y dibujo gracias a la herencia histórica y artística dejada por el maestro Nedo Mion Ferrario. Pasó gran parte de su vida enseñando y trabajando en el diseño. Su pasión por las figuras imposibles y las ilusiones ópticas geométricas eran las características más valiosas de su obra. La mayor parte de sus conocimientos los obtuvo de su padre, Emilio Mion Vianello, que dedicó su vida a la talla de madera, un trabajo de alto nivel en aquellos tiempos en Italia.
Emilio estudió en la Academia Brera de Milán y Nedo estudió en el Instituto Comercial y Técnico de Milán entre 1936 y 1940, y después en la Academia de Bellas Artes de la misma ciudad. Al final de la Segunda Guerra Mundial, ambos decidieron abandonar Italia debido a la situación política de la época. Animados por la inmigración política venezolana llegaron a Caracas en 1950.