Árbol del abecedario - La letra F
La majestuosa F mayúscula evolucionó a partir de un jeroglífico egipcio del 3.000 a.C. que representaba una serpiente cornuda del desierto, llamada Cerastes.
Mediante un proceso de simplificación a lo largo de muchos años, el símbolo fue perdiendo su carácter serpenteante y, para cuando surgió como forma hierática egipcia, no era mucho más que un trazo vertical rematado por una pequeña barra transversal.
Si se estira un poco la imaginación, podría decirse que se parece a un clavo. Quizá por eso los fenicios la llamaron "waw", palabra que significa clavo o gancho, cuando adaptaron el símbolo a su alfabeto. En su función de waw, el carácter representaba un sonido semiconsonante, pronunciado aproximadamente como la W de la palabra "saber". Sin embargo, en varias ocasiones la waw también representaba la v y a veces incluso la u.
Cuando los griegos asimilaron el alfabeto fenicio, trataron la confusa waw con la lógica típicamente griega: la dividieron en dos caracteres. Uno representaba la semiconsonante W y el otro se convirtió en el precursor de nuestra V. (El sonido 'w' se convirtió en la digamma griega, o doble gamma, y se construía colocando una gamma sobre otra).
Aunque la digamma acabó desapareciendo del alfabeto griego, pudo encontrar trabajo en la lengua etrusca. Aquí prestó un gran servicio hasta que los romanos la adoptaron como símbolo de la v suavizada o doble v. Incluso hoy en día, la lengua alemana (una fuente importante para el inglés) utiliza la V como una F en palabras como "vater", que significa padre y se pronuncia "fahter".
Finalmente, la F encontró un hogar permanente como la muy geométrica sexta letra del alfabeto romano.
El clásico diseño homónimo de Adrian Frutiger se ganó sus gracias. Con sus raíces en el Meridien® de Frutiger de 1957, tras una revitalización del diseño, la familia tipográfica también recibió un nuevo nombre: Frutiger® Serif. Meridien fue uno de los primeros diseños tipográficos de Adrian Frutiger, y siempre su favorito.
Cincuenta y un años después de su lanzamiento original, el director tipográfico de Linotype, Akira Kobayashi, con el apoyo de Frutiger, adaptó y amplió Meridien para crear la nueva familia tipográfica. Dado su especial aprecio por la versión metálica de Meridien, Kobayashi comenzó su trabajo basándose en el estudio detallado de algunos de los primeros ejemplares tipográficos. El espíritu de Meridien sigue presente en Frutiger Serif, aunque ha habido muchos cambios significativos.